viernes, 23 de noviembre de 2007

LA POLACA

Porq alguna vez tendría q volver...

Este fragmento lo rescató de hace ya dos años. La realidad de una vida tan cruda como intensa y dichosa. La polaca, por entonces, acababa de cumplir 94 años y decidió compartir unas horas de su tiempo de soledad conmigo, una periodista en potencia.

Las pocas líneas que redacté en ese momento no son merecedoras de la mejor calificación, pues apenas consiguen rendir homenaje a la persona que conocí. Su vida se ha perdido como su juventud y sus fuerzas. Quizá su vida habría llegado a ser un bestseller, si la hubiera relatado algún afamado escritor, o tal vez no...




"Con la mirada pérdida, Marita Kurta esperaba impaciente en el Parque de la Victoria. Buscaba una compañía para relatar su historia:
“¿Se me notan los 94 años? A lo mejor alguno de esos potingues para la cara haya servido de algo. Ya hace que dejé de utilizarlos. Justo unos meses después de que muriera mi Pepe, mi marido ¿sabe? ¡Qué bien vestido iba siempre! Y ¡qué atractivo! Sí, porque guapo no crea que era. Para mí eso de que viniera de España, no me gustaba mucho. Siempre pensé que terminaría con un polaco alto, rubio y de ojos claros como yo, porque ¿no se lo he dicho verdad? Yo soy de Polonia, una judía comunista en toda regla. Cumplía los doce cuando me alisté en las Juventudes Comunistas y a los 20 a la cárcel. Eso sí, sólo un año. Después vino la guerra y ¡no vea! ¡Seis bocas en casa! Demasiadas. Yo quería luchar contra ese mala sangre. ¡Cómo le odio aún! Eso es lo único que guardo de entonces, porque sí consiguió matar a toda mi familia. Fue en Auschwitz. Yo me escapé. Crucé a pie la frontera polaca, alemana y francesa; pero no vaya a creer que le estoy engañando. ¡Mire, mire! ¿Ve este corte en la muñeca? Un cristal que se me clavó cuando estaba a cien metros de la frontera de Francia. ¡Me caí justo encima del jodío y eso empezó a sangrar y sangrar! Ya me veía sin mano, pero nada, sólo una cicatriz.
¡Qué tiempos! No como ahora. Me comí el mundo en París; yo solita. Creo que no le he contado, pero triunfaba entre mis compañeros. De hecho tuve… ¿Cómo lo llamáis ahora? Ah! Sí; calle, eso, un liguecillo. Me duró muy poco. Como unos tres meses. Se vino a España a luchar contra Franco y lo mataron en Badajoz. Eso me dio fuerza, ¿sabe?, y un niño, mi hijo Henri. ¡Él si que era guapo y valiente! Fue periodista en Bruselas. De hecho publicó varios libros. Luego se casó y no lo volví a ver mucho. Antes sí que venía a visitarme, pero entre lo del niño que tuvo y su trabajo, pues imagínese. ¿Le he dicho que murió? Hace 10 años, sólo un año después de que lo hiciera mi marido, ¡mi Pepe!, ¡rojo como él sólo! José Hidalgo Garzón, de mecánico a teniente del bando republicano en la Guerra Civil, ¿para un titular verdad? Se vino a la Resistencia en París. Le gusté desde que me conoció, aunque él nunca lo quiso admitir. Claro que yo me hice la dura. Eso y, bueno, también el problema del idioma; pero con el francés chapurreábamos.
Cuando terminó la guerra nos casamos. ¡Qué boda! Muy modesta por supuesto, pero ahí estaban todos. Mi chiquitín, con sólo dos añitos, ¡no vea la que lió con la llorera!
Después nos vinimos a vivir a España. ¡Menudo cambio! ¡Y este sol! Jaén ya no me gustó tanto ¿ve usted? ¡Una ciudad tan pequeña y creciendo como estaba entonces! Lo peor fue tener que aguantar a Franco. Ni una palabra de lo que pensaba y siempre escondidos. Pero había buena sangre.
¡Qué encanto es usted! Yo siempre que hace bueno, me vengo por aquí a sentarme un ratito”.

martes, 12 de junio de 2007

Chapó

Lo que viene a continuación como respuesta a lo escrito ayer. Se merecía un rinconcito. Principio del último episodio de Héroes. Chapó a sus guionistas!

"Where does it come from - this quest? This need to solve life's mysteries, when the simplest of questions can never be answered
Why are we here? What is the soul? Why do we dream? Perhaps some say to try not looking at all, not delving, not yearning. But that is not human nature, not the human heart; and that is not why we are here. Yet still we struggle to make a difference, to change the world, to dream of hope. Never knowing for certain who we will meet along the way. Who among the world of strangers will hold our hand, touch our hearts, And share the pain of trying.

We dream of hope. We dream of change. Of Fire. Of Love. Of Death.And then it happens. The dream becomes real. And the answer to this quest, this need to solve life's mysteries, finally shows itself like the glowing light of a new dawn. So much struggle for meaning, for purpose.

And in the end, we find it only in each other.Our shared experience of the fantastic, and the mundane.The simple human need to find a kindred, to connect.And to know in our hearts that we are not alone"

Sería algo así en español:

"¿De dónde viene esa pregunta? Esa necesidad de resolver los misterios de la vida, cuando la más simple de las preguntas nunca puede responderse. ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué es el alma? ¿Por qué soñamos? Quizás estaríamos mejor si no vieramos nada, sin indagar, sin desear. Pero esa no es la naturaleza humana, no es el corazón humano. Eso no es por lo que estamos aquí. Todavía luchamos por hacer todo diferente, para cambiar el mundo, soñar una esperanza. Nunca sabemos con seguridad a quién conoceremos a lo largo del camino, quién de entre este mundo de extraños sostendrá tu mano, toca tu corazón y comparte el dolor del intento.

Soñamos con la esperanza. Soñamos con el cambio, el fuego, el amor, la muerte. Y después suceden. Los sueños se hacen realidad. Y la respuesta a esta búsqueda, esta necesidad de solucionar los misterios de la vida, finalmente se demuestra como la luz intensa de un nuevo amanecer. Tanta lucha para el significado, para el propósito. Y al final , encontramos el significado solamente en la experiencia compartida con ese alguien. Nuestro mundo. La necesidad humana simple y fantástica de encontrar un emparentado, una conexión. Para sentir en nuestro corazones que no estamos solos".

Aunque seguro que hay otros diálogos que se encuentran a su altura...

domingo, 10 de junio de 2007

POLIAMIA y su contraposición

Como esto del blog está dando sus frutos, este comentario se lo dedico a una de mis amigas de la Herradura Beach. Julia, más conocida como Jus, será psicóloga en un futuro muy muy cercano y en su querida Granaaá. Compañera infatigable de las horas de sol más perjudiciales (ahora sí, las que más negra te ponen), defensora de las tardes fresquitas entre olores adictivos ajenos en La Cochera y, por supuesto, presencia permanente en lo que los herradureños llaman biblioteca. Bueno "estupenda" esto va por el documento tan elaborado que me has mandado a raíz de uno de mis comentarios en el blog (ya sabía yo, que tú también estabas pillada...)


"La identidad de la pareja abarca muchas cosas desde nombrar en plural “nosotros/ vosotros” siempre a dos personas por ir juntos, hasta llevar un anillo como símbolo de unión. También es el divorcio, el engaño, los celos, el “para siempre”...
Cuando hablamos de pareja realizamos una tarea de organización en categorías, así resulta más fácil concebir el mundo. Pero lo malo de las categorías lo encontramos en la simplificación que conlleva.
La identidad de la pareja parece socialmente más aceptada que la de no-pareja y excluye en muchas ocasiones a personas que no forman parte de ellas. Por esto, las personas sufren mucho cuando se rompen las parejas, ya que pueden ser socialmente peor vistas. Si una persona decide vivir sola y está soltera, se considera anormal después de un tiempo y se buscan razones absurdas como “será gay”, “no puede ser feliz”. Suele surgir una actitud paternalista de “pobrecit@” hacia esa persona. Y es que la pareja se ha convertido en un mandamás, el producto más cotizado en el mercado de, no sólo la carroñosa prensa rosa, sino del mercado occidental en general.

Vamos, un estatus que pretende ser símbolo de la felicidad, pero ¿un estatus da la felicidad? No. Por eso, voy a empezar a analizar lo de las relaciones poliamicas que me envió Jus. A ver si me convence:

"Poliamia Puede ser lo que tú quieras, sólo hay que usar la imaginación. Muchos hablan de relación abierta, promiscuidad, o tener amantes, tener relaciones amorosas libres con más de una persona si uno quiere, o más bien, tener la posibilidad de tener relaciones con más de una persona a la vez. No verse obligado a estar con una sola persona a la vez. No se trata de “ponerle los cuernos” a nadie, pero el grado en que cada uno conozca o desconozca a otros amantes ya depende de nosotros.
Lo ideal se alcanza siendo sincero y honesto. Contarle a quienesquiera, lo que tiene con las demás en el grado que uno quiere y sin sentir culpa.
Es amor, pero no noviazgo. Es amor, pero no es matrimonio. Es amor, cariño, compromiso, respeto. Se convierte en alternativa de forma de vida, un ideal de un mundo que pretende definirse como algo "mucho mejor". Pero, principalmente, debe verse como una cuestión de fe, ya que se cree o no se cree.
Esto conlleva rodearse de gente (no de sólo una persona) que aporte, satisfaga, de la que se aprende, en la que confiar, con la que se siente a gusto. Cuanta más gente mejor. Amar a cuantas más personas posibles, mucho mejor que amar a menos personas. Una sola persona no puede dar a otra todo esto, por mucho que se acerque a “tenerlo todo”. Por la misma naturaleza del ser humano es imposible “tenerlo todo”. La “media naranja” no existe y vende mucho precisamente por esto. Se ha convertido en un concepto muy arraigado en el imaginario clásico-romántico y el sueño de sobre todo, el género femenino. El amor exclusivo hacia una sola persona se describe en una única página de todo un mundo dentro del libro del amor. Si sólo se tiene la posibilidad y el deseo de leer una página se pierden todos los otros conocimientos del mundo".

Vale lo capto, pero ¿no parece demasiado utópico? Si es cuestión de fe, aún no me lo creo, pues ¿no pasa que quienes defienden a ultranza este tipo de relaciones, de repente un día pegan el cambio? Sólo desean a una persona con quien esperan cumplir el ideal de "para toda la vida". Esto algo tiene que ver con la contraposición a la poliamia y que pongo a continuación.

"El hombre es un ser social por naturaleza". Esto fue lo primero que aprendí la primera semana en la Universidad, gracias a la persona que más me ha impuesto y he admirado. Una eminencia en su campo, hombre recto, de cabeza bien asentada. Luchaba por inculcarnos valores humanos, muy lejos de cualquier creencia, sino como seres humanos con nuestra ley natural.
Desde el comienzo de su asignatura dejó algo bien definido, qué engloba la palabra libertad. No hace referencia a hacer lo que a mi me apetece, cuando me apetece y de la forma que me apetezca, sino que va en sentido paralelo a nuestro crecimiento como persona. Es elegir la mejor opción de entre todas las posibles para construirnos interiormente. Se relaciona con la palabra "compromiso" y nuestra capacidad de apostar por algo que sabemos que si lo alcanzamos habremos conseguido subir un escalafón en nuestra meta de la vida.

Demasiada psicología por hoy...¿Con qué te quedas?

sábado, 9 de junio de 2007

domingo, 3 de junio de 2007

Esas pequeñas cosas

Ayer madrugué. Un sábado, ¿quién me lo iba a decir? Es cierto que yo siempre he desayunado a las 8 de la mañana, pero ahora existe una diferencia bastante importante. Hace apenas unos meses lo hacía porque la noche se había alargado y ahora...No había dinero, no había tiempo y tampoco aliciente, porque lo que son fuerzas y aguante...
Como iba diciendo, el sábado madrugué. Tenía clases de baile a las diez de la mañana y muy pocas ganas de todo. Marcajes para empezar, escobillas y mi profe con los mismos pantalones que hace semanas (mejor no contarlas). Paso arriba, a mi diagonal, vuelta completa, posición "semiplié",... Pero me salió. Se me olvidaron mis menucias y quebraderos de cabeza, conseguí prestar atención. Todo gracias a que mi estupendo profesor alabó mis manos. No es para alardear del comentario, sin embargo, me hizo gracia.

Unas horas más tarde analicé esa frase y por qué me había alegrado la mañana. Recordé que la buena tarde del día anterior me hizó sentir lo mismo. Unas horas en el Retiro, viendo libros y más libros, que ¡cómo no me encantan! Encima lo completaba una cantidad de niños flipando con todo lo que se le ofrecía en la Feria del Libro. Lo que más me alucinó, fueron unos chicos que con toda su buena intención, unida al mayor atrevimiento y, por qué no, caradura, alzaban carteles en los que se leía: "abrazos gratis" o "hugs free". Como no podía ser de otro modo, la gente se lanzaba a ellos y las madres animaban a sus hijos para que se acercasen. Por supuesto, yo no iba a ser menos. Me planté delante de uno de ellos y le dí un abrazo totalmente sincero. Lo mejor de todo fué sentir que él también lo había dado de corazón. No entiendo cómo pude subestimar la capacidad de dar cariño de las personas. ¡Qué buen momento pasé ese día! Creo que aún yendo sola, disfruté de todo. Para completar la culturalización, alrededor de los primeros puestos de libros se podía contemplar fotografías de Philip Plisson, por Photo España, que, para más información, es el festival internacional de fotografía y artes visuales y se celebra todos los años en Madrid. Impresionante, no hay descripción suficiente para alguna de las fotografías que presenta este artista. Luego a partir de aquí, fui consciente de la gran cantidad de cosas que aún no he visto, que aún no he hecho, del poder que tiene una foto para hacerte imaginar...

En fin, también esa tarde era feliz. En realidad, nunca he dejado de serlo, ya que si sigo recordando, un día antes de mi visita al Retiro, también me pasó algo curioso. Llegaba a casa de un día un poco tórrido; no es que estuviera agotada, pero intentar poner en común ideas para un proyecto se convierte en una tarea de autocontrol ardua. Después de veinte minutos de relajamiento en el sofá, llamaron a la puerta. Para mi sorpresa, me encontré a mi portero con un ramo de rosas. ¡Qué escena! Inigualable. La explicación que me dió al ver mi cara de alucine es digna para ponerle un pedestal. Con muy buen razonamiento, este hombre viendo que las rosas de mi entrada al edifico desaparecían, decidió cortarlas y darles un uso, pues para algo él las cuida. Así fué como me alegró el día sin saberlo a mí y a mis tres compañeras de piso (de ahí, nuestro lema: no busques hombres,¡pon un portero en tu vida!).

El miércoles sentí mi felicidad otra vez. Visité el sitio donde estuve haciendo prácticas. ¡Cómo me alegré al ver que mi antiguo jefe me levantó del suelo con un abrazo! No sed mal pensados; realmente demuestra su cariño con estas cosas. Si intentara describir su personalidad me quedaría corta, supongo que es de esas personas que poseen tanto nerviosismo y naturalidad, que no puedes parar de reirte con sus excentricidades.

Y así puedo seguir y seguir... Pero me quedó con esta madrugada cuando el comentario más relevante de la conversación se centró en un: "que noche más estupenda hace". Todos sentíamos lo mismo, todos mirabamos al cielo, acompañadonos, dando vueltas perdidos con el coche por las calles de Madrid y con una luna tan llena, que nos infundía su felicidad.

(Esto por una conversación con un amigo que hoy, domingo por la noche, me ha hecho tener presente lo feliz que soy...)

martes, 29 de mayo de 2007

Menos mal q no soy la única

Llevo ya tiempo cuestionando qué rige las relaciones. No puede ser normal que siempre imaginemos lo que queremos para luego... Recreo un momento que viví con mis mejores amigas hace apenas 4 semanas (chicas pilladas espero que no os importe).
El comienzo os sonará a todos: un viernes cerca de la medianoche, tres amigas empiezan a arreglarse con las mejores galas. No se escatima en ningún detalle, el mejor conjunto de ropa, cabello perfectamente colocado y un maquillaje y bronceado a prueba de ronchones. Listas, guapas y dispuestas para lo que la noche y las copas dispongan. Nuestro objetivo: subliminar, pues aunque sabemos que la juerga de la noche la aseguramos con nuestra compañía, siempre queda algo de la eterna pregunta, y ¿si conozco a alguien por fin interesante? (Siempre teniendo presente que ésta mente resulta ser la más benévola).
Pues sí, esa noche dos de nosotras conocieron o estuvieron con alguien "relativamente interesante".Dejaré a la imaginación del lector o a su preferencia la decisión de si yo seguí el juego de seducción, por lo que seguiré el relato en primera persona del plural. Tal vez el efecto de la noche nos hiciera sucumbir a los supuestos encantos de aquellos chicos o fuimos nosotras, con el intento de sentir nuestra capacidad de atracción, las que hicimos que ellos apreciarán nuestra femineidad. El caso es que la noche terminó como tantas otras. A unas intespectivas horas de la mañana se repite la misma conversación donde el chico, ya afortunado por haber estado con una de mis amigas, es alabado por sus promesas bien escogidas momentos antes.
Horas más tarde el móvil sigue desaparecido en combate. No ha sonado ni un momento y dijo que avisaría para tomar algo por la tarde. La tensión aumenta. ¿Será que no es verdad lo que dijo ayer? ¿Seré una más de sus conquistas?... Le mandas un msj por si se le ha perdido tú número o, en el peor de los casos, olvidado. Más que nada por saber qué tal ha llevado el día. Con suerte tendrás una contestación satisfactoria, pero con mucha mayor suerte disfrutarás una tarde más de la compañía de tus mejores amigas, como fue nuestro caso. Al fin y al cabo aún quedaba todo el sábado noche para volver al ataque y si no, el fin de semana próximo, o el siguiente quizás...

¿Identificado o identificada? No te preocupes, según un grupo de investigadores de la Universidad de California estas comeduras de cabeza poseen una base científica. Atención al dato:

La mayor parte de nuestras actuaciones están dirigidas por la parte más intuitiva e inconsciente de nuestro cerebro. A la hora de asegurarse de que cumplamos con la misión procreadora, la naturaleza ha decidido confiar más en los conocimientos acumulados en miles de años de evolución que en lo que consideramos nuestra preciada lógica racional. El proceso de aproximación está plagado de manipulaciones y engaños; no solo a los demás, sino también a nosotros mismos.

Si hacemos caso de lo que propone el filósofo David Smith, de la Universidad de Nueva Inglaterra en Biddeford (EEUU), la intensa sensación de haber encontrado a la media naranja constituye uno de los cuentos chinos más evidentes y mejor contados de nuestras vidas. ¿Cómo se entiende, si no, que tanta gente tenga la suerte de dar con su pareja ideal entre los millones de habitantes de este mundo?
Su compatriota Helen Fisher, antropóloga de la Universidad Rutgers, asegura que cada persona elabora inconscientemente un esquema de alguien con valores, educación, inteligencia y atractivo similares a los suyos. Cuando aparece un candidato adecuado, la dopamina de nuestro cerebro activa una cascada de cálidos sentimientos amorosos que ilumina sus virtudes y enmasacara sus defectos. Nos invade la sensación de haber encontrado un raro y único tesoro que identificamos como enamoramiento. Lo que es más: Fisher ha llegado a la conclusión de que precisamente las personas que más se autoengañan respecto a las virtudes de sus parejas mantienen relaciones más duraderas y felices.

Puff! parece demasiado, ¿nO? ¿Estas bases científicas serán fiables? Desde luego parece una pantomima para no herir tan contínuamente nuestro orgullo, ¿qué opinas tú?

jueves, 24 de mayo de 2007

Requiem de lo absurdo

-¿Y para demostrarme su amor viene aquí a cenar con otra mujer?
-¿Esa mujer? Estaba con ella justamente porque me recuerda a usted. Y por eso estoy cenando ahora con usted. Usted me recuerda a usted: sus ojos, su garganta, sus labios, todo me recuerda a usted, excepto usted. Creo que está bien claro, aunque que me ahorquen si lo entiendo. ¿Me sigue usted?
-Sí…
-Pues deje de hacerlo o llamaré a la policía.

Julius Henry Marx, más conocido como Groucho nació en Nueva York el 2 de octubre de 1890, falleció un jueves en Los Ángeles, el 19 de agosto de 1977. Una decena de películas como “Sopa de ganso”, “Una noche en la ópera”, “Un día en las carreras” y “El hotel de los líos” transportan al telespectador a la más fina ironía al humor más puntillista y esquisito.
Memorable el diálogo: “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte". Quizá más elocuente sea su despedida a este mundo: "Disculpen que no me levante”.

Siempre nos quedará el recuerdo de una levita y unas gafas, de un eterno puro y de un bigote pintado, pero ¿cuáles han sido para tí los mejores momentos de humor de la gran pantalla, de tus series, libros...? Cuéntanos